Introducción
El Milagro Eucarístico de Tumaco es el único reconocido en Colombia y uno de los más impactantes en la historia de la Iglesia Católica. Ocurrió el 31 de enero de 1906, cuando un terremoto de magnitud 8.8 generó un tsunami que amenazó con desaparecer el municipio. Ante la desesperación, el padre Gerardo Larrondo, junto con la comunidad, elevó una plegaria con la Hostia Magna en la orilla del mar. Según el testimonio de los pobladores, la gigantesca ola se detuvo de manera milagrosa y retrocedió, salvando la vida de los habitantes.
Historia
El sismo de Tumaco ha sido el más fuerte registrado en Colombia y uno de los más intensos del mundo. Tras el terremoto, el agua avanzó más de 1.5 kilómetros tierra adentro, generando pánico entre los pobladores. La comunidad acudió a su fe y acompañó a los sacerdotes en una procesión con el Santísimo Sacramento. Cuando el padre Larrondo alzó la Eucaristía y trazó la señal de la cruz, la enorme ola se detuvo y comenzó a retroceder, lo que los testigos consideran un milagro. Este suceso ha sido documentado por el beato Carlo Acutis, quien incluyó el Milagro de la Ola en su recopilación de milagros eucarísticos en el mundo.
Arquitectura
En conmemoración a este suceso, se ha construido una obra monumental y que se ubica en la Playa de El Bajito, representando al padre Gerardo Larrondo sosteniendo la Hostia Magna frente a la ola. La escultura, elaborada por el maestro Edwin Fernando Ramos, busca inmortalizar el momento en que la fe detuvo la catástrofe. Esta iniciativa ha sido impulsada por la Iglesia y la comunidad como símbolo de esperanza y transformación. Una réplica del monumento fue entregada al Papa Francisco, consolidando su reconocimiento a nivel internacional.
Patrimonio cultural
Más allá de su significado religioso, el Milagro Eucarístico de Tumaco representa un símbolo de identidad, fe y memoria colectiva para el municipio. Cada 31 de enero, la comunidad realiza procesiones y actos de adoración en honor al milagro. Actualmente, líderes religiosos y autoridades locales buscan que esta historia inspire un cambio positivo para Tumaco.