Una tradición artesanal única en el país y el mundo, esta técnica consiste en la decoración de diferentes piezas en madera, con una resina de origen vegetal, proveniente del árbol de mopa-mopa. Esta técnica artesanal Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2020, guarda los secretos de un territorio artesano por tradición: Pasto, Nariño. Su preservación en la cultura pastusa ha sido tan importante, que su práctica no solo obedece a fines económicos, sino a la manera como a través de la misma, se conserva la identidad del territorio.
A pesar de que esta práctica artesanal fue conocida en otras partes del continente suramericano como Ecuador y Perú, fue tal la apropiación de la técnica por parte de los artesanos de la capital nariñense, que pronto recibió el nombre de: “barniz de Pasto”. Una labor que, desde tiempos remotos, se convirtió en parte fundamental de la cultura pastusa y que, hasta el día de hoy, sigue transmitiéndose de generación en generación.