El hornado pastuso es una de las preparaciones más emblemáticas y festivas de la cocina de Nariño, orgullo de la tradición gastronómica de Pasto. Se elabora a partir de un lechón o pierna de cerdo entera, que primero se marina con especias locales —ajo, comino, achiote y sal— y luego se lleva al horno de leña, donde se cocina lentamente durante más de 12 horas. El resultado es una carne suave, jugosa y aromática, con una piel crujiente que recuerda a la lechona, pero con el sello propio del sabor andino.
El hornado se disfruta acompañado de papas cocidas, mote de maíz o llapingachos (tortillas de papa) y el infaltable aguacate fresco, que equilibra los sabores. Esta combinación crea un plato abundante y reconfortante, perfecto para compartir.
Más que una comida, el hornado es un símbolo de celebración: está presente en fiestas familiares, ferias gastronómicas y encuentros festivos en los que se rinde homenaje a la hospitalidad pastusa. Cada bocado ofrece un sabor ahumado y tradicional que conecta al visitante con la riqueza cultural y culinaria de Nariño.
Probar el hornado pastuso es vivir la experiencia de un banquete andino, donde la paciencia de la cocción y el fuego de leña se transforman en un deleite inolvidable.