El locro de papalisa es uno de los platos más tradicionales y reconfortantes de las tierras altas andinas de Nariño, una sopa espesa y llena de historia que combina el sabor de los tubérculos nativos con la calidez de la cocina campesina.
Su ingrediente estrella es la papalisa (también llamada papa lisa, un tubérculo andino semejante a la arracacha), que, junto con otras papas criollas y nativas, verduras locales y granos frescos como arvejas, habas y mazorca de maíz, crea un caldo cremoso y nutritivo. El toque de sabor proviene de la sazón tradicional con cebolla, ajo, pimienta, achiote y hierbas aromáticas, que lo convierten en un plato lleno de carácter y autenticidad.
El locro de papalisa es más que una sopa: es la fusión de dos mundos culinarios. Por un lado, hereda de los pueblos indígenas el uso de tubérculos andinos; por el otro, incorpora las especias introducidas en la época colonial, como la pimienta y la paprika, que hoy lo distinguen.
En municipios como Cumbal y Pasto, este plato es el compañero ideal de los días fríos y lluviosos, pues ofrece abrigo y energía. Se disfruta tanto en cenas familiares como en romerías campesinas, y conserva su papel de alimento comunitario que une a las personas en torno a la mesa.
Probar un locro de papalisa en Nariño es saborear la historia de los Andes en un plato cálido, abundante y profundamente enraizado en la cultura de la región.
 
															 
															 
						 
															 
					 
					