En los manglares del Pacífico nariñense, especialmente en Tumaco y sus costas vecinas, se encuentra uno de los tesoros más apreciados de la gastronomía local: la piangua (Anadara tuberculosa) y la concha negra. Estos mariscos, recolectados con paciencia y conocimiento ancestral, son mucho más que un alimento: representan para las comunidades afrodescendientes símbolos de sustento, tradición y supervivencia, transmitidos de generación en generación.
La piangua y la concha brillan en platos que son verdaderas obras maestras del Pacífico. El más famoso es el encocado, un guiso cremoso preparado con leche de coco, cebolla, ají y especias, que resalta todo el sabor del mar. Pero su versatilidad va más allá: se disfrutan en sopas, arroces festivos, sudados de piangua, empanadas rellenas o atollados, siempre con esa frescura característica que hace de cada bocado una experiencia única.
El encocado de concha negra, tan emblemático como el de piangua, conserva la misma esencia: sabores intensos del mar combinados con la riqueza tropical del coco. Estas preparaciones no solo se consumen durante todo el año, sino que además son protagonistas en fiestas, celebraciones familiares y ferias gastronómicas del Pacífico, donde se convierten en orgullo de la cocina nariñense.
Probar la piangua o la concha en Nariño es sumergirse en el corazón de sus manglares, saborear la tradición afro del litoral y dejarse conquistar por la autenticidad de una gastronomía que late con fuerza en cada plato.